La Selva del Camp

En el corazón de Tarragona, una zona privilegiada por sus recursos turísticos, aparte de sus valores, turismo cultural, patrimonio de la humanidad, folclore y gastronomía, entorno natural, es un pueblo de servicios.

La Selva del Camp

En el corazón de Tarragona, una zona privilegiada por sus recursos turísticos, aparte de sus valores, turismo cultural, patrimonio de la humanidad, folclore y gastronomía, entorno natural, es un pueblo de servicios.

La Selva del Camp está en el corazón de Tarragona, una zona privilegiada por sus recursos turísticos, aparte de sus valores, turismo cultural, patrimonio de la humanidad, folclore y gastronomía, entorno natural, es un pueblo de servicios.

Se extiende desde el llano a las primeras estribaciones de la Serra de la Mussara. Una tercera parte corresponde a terrenos montañosos aunque de escasa elevación. El punto más alto es el puig d'en Cama de 717 m, y la principal corriente de agua es la riera de la Selva, un afluente del río Francolí.

El municipio comprende la ciudad de la Selva del Camp, que es el centro y los caseríos de Paretdelgada y de Sant Pere.

Historia

La carta de población del 13 de mayo de 1164 fue otorgada por el arzobispo Hug de Cervelló, que concedía diversas franquicias y mantenía a los pobladores sujetos a la justicia y señorío de la Iglesia de Tarragona. En la bula del 1174 consta como señorío del arzobispo, aunque otras fuentes dan como señor al pavorde, ya en 1169, que era Ramon de Bages. En la disolución de la pavordía, el arzobispo asumió el dominio directo hasta 1823.

Durante el siglo XIII el municipio tenía un monopolio sobre el trigo y la cebada, siendo la cosecha del primero la más importante. Al largo del siglo XIII se habla ya del cultivo del avellano, del comercio de los higos secos, que proporcionaba altos ingresos, y de la práctica de la usura y de la esclavitud.

En 1280, los pueblos del Camp se reunieron en la Selva, ante las arbitrariedades del veguer real Bernat Bolla, para atacar el castillo del rey en Tarragona, que fue saqueado, como también lo fueron las casas y los bienes del veguer y sus delegados. El rey, como venganza, ordenó al veguer que hicieron todo el mal que pudiesen a los hombres de la Selva y a sus bienes.

En el siglo XIV era una villa con empuje, tenía nueve molinos, tres hornos de pan, una carnicería y una taberna para la venta de vino al detalle; tomó auge el cultivo de la viña; se mantenía el del trigo y crecía el de la cebada. Había también olivos, algarrobos y roldones y comercio de higos secos. 

Las grandes pestes tuvieron una incidencia notable en la agricultura: en 1350 se escribía “de los tiempos de las mortandades han quedado muchas tierras yermas y una gran parte del término sin amo”. La judería, activa ya en el siglo XIII, fue importante; como se dedicaba básicamente a la usura, fue asaltada en 1391.

La explotación de minas de plata en 1342 y de plata y alcohol en 1363 en el valle de la Selva, entonces término de l'Albiol, provocó enfrentamientos con el pavorde. Los oficios menestrales eran múltiples: vidrieros, pedernaleros, curtidores de pieles, tejedores de lana, lino y seda, jaboneros, ballesteros, picapedreros, olleros y mineros. Constan también músicos y juglares, un médico en 1312, un cirujano en 1314 y un farmacéutico; hay referencias a la escuela en 1343 y a la creación, también en 1343, de una compañía para el comercio de trapos. Otras pruebas de su importancia en la época medieval son la existencia del hospital, el derecho de acuñar moneda, el hecho de tener escudo propio y principalmente por haberse convertido en la capital efectiva de la Comuna del Camp.

En el siglo XV se incrementó el cultivo del avellano. En 1437 se acordó de rehacer el camino hasta el puerto de Tarragona y en 1538 el que se dirigía a Salou; en 1472 se elaboraba vino griego; en 1503 se obtuvo el privilegio de mercado en los jueves y de feria el día de San Simón y San Judas. En el siglo XVI tomó importancia el cultivo de la morera para la alimentación de los gusanos de seda, actividad que se mantuvo activa hasta el siglo XVIII. En 1640, durante la guerra dels Segadors, fue ocupada por las tropas francesas que más tarde rindieron la población a las tropas castellanas. En 1641 fueron ocupados de nuevo por las tropas de Philippe de la Mothe.

 

Lugares de Interés

El Castell (El castillo)

Pertenecía a la Pavordía del arzobispado de Tarragona, y edificado a finales del siglo XII. Era una residencia señorial, pero desempeñaba, principalmente, como almacén de los frutos y de los diezmos. En la mitad del siglo XIX, el castillo de la Selva pasaría en propiedad o usufructo del Común de la villa. 

En la entrada, por la cara este, hay una fuente del siglo XV con una arquería puramente ornamental de arenisca.

Els Ponts (Los Puentes)

Acueducto originario del s. XIII que se construyó para elevar el agua del Rec a la muralla de la villa para abastecer el Molí de la Canal del patio de la Carnisseria, a la pared del castillo.

En una de las paredes figura una lápida conmemorativa con un texto escrito en latín que hace referencia a las obras de revestimiento de piedra del Riego que, comenzadas en 1539, se dan por finalizadas en el año 1557.

Casa de la Vila (Ayuntamiento)

El actual edificio de la Casa de la Vila es un de los más interesantes del pueblo. Tiene la estructura de palacete del siglo XV. En la planta baja tiene arcos de descarga. En la fachada, puerta adovelada de arco de medio punto y ventana gótica biforada y trilobulada en el primer piso. Todo de finales del siglo XV. En la parte superior de la puerta hay el escudo de los Montserrat-Vilafranca, del año 1628.

Convento de Sant Agustín

Fue levantado en 1598 por el común de la villa. Desde su fundación, han pasado diversas comunidades: agustinos, jesuitas, claretianos y misioneras evangélicas. 

Destaca el claustro, o mejor dicho, las dos alas de uno de los pocos claustros renacentistas existentes en Cataluña. Siguiendo una traza de Pere Blai, Joan Vaguer contrataba las obras en 1632, pero solo realizó las galerías bajas; las son del entorno de 1674 y la cubierta terminal de 1714. El material empleado fue la piedra de sablón. Las dos alas existentes (norte y oeste) presentan doble galería: la inferior es dórica y tiene cubierta de tramos formados por arista romana; la superior, con doble ritmo de arcadas de orden jónico, tiene un trabajo de poca calidad.

Convento de San Rafael

Los Padres Carmelitas descalzos, con el empuje testamentad de Rafael Ripollès (1575-1635), iniciaban la construcción de un convento en la villa selvatana el año 1636.

La actividad constructiva en la villa era notable: San Agustín y la iglesia parroquial. La iglesia de San Rafael se bendijo en 1696 y sigue la traza de la de los Josepets de Gràcia de Barcelona. En 1846 se hicieron cargo las hermanas de San Vicente de Paul, y hasta hoy, funciona como a colegio.

El Pont Alt (El puente alto)

Es la obra más visible del Riego que conduce el agua a la villa de la Selva del Camp. Es una esbelta construcción de piedra ligada con mortero con un arco de carpanel, que se construyó para traspasar el agua de un lado a otro salvando el lecho de la Riera. Mide 12,70 m de altura y 57 m de longitud.

Tradicionalmente conocido como el pont dels moros. No puede precisarse la fecha de construcción, pero sí que podemos afirmar la existencia en el siglo XII, ya que está citado en un documento del año 1209 como pont superiur (puente mayor). En una de les paredes figura una placa conmemorativa de la su restauración en 1567. 

Delante de la Resclosa (Esclusa) (entonces todavía no construida), había un molino, donde el agua que salía, después de haber realizado su labor, no podía volver al riego de la villa y se perdía por la Riera. Es por este motivo que los molineros, ayudados por los jurados de la villa, construyeron el puente, un poco más abajo del molino, en el cual todavía hoy podemos observar los cimientos de la roca viva en cada costado.

Auditorio de Santa Llúcia

Santa Llúcia y Sant Jaume fueron construidos como capilla de un nuevo hospital que levantaba en la Selva del Camp durante el segundo cuarto del siglo XIV.

Iglesia gótica situada al lado del edificio del hospital, dentro de las murallas de la villa, mostrando su fachada occidental a la calle del Hospital, a pocos metros de la calle Major.

De planta rectangular tipo salón, con 17 metros de longitud máxima, 8 metros de ancho y 5,30 de altura. Los muros son de mampostería reforzada por sillares en las esquinas. Interiormente, los pilares son de sección cuadrada con media columna adosada y distribuidos en cuatro tramos en su comienzo: los arcos son apuntados. El techo es angular a doble vertiente y de madera. La única ornamentación que hay son unos capiteles adosados a los pilares de la cabecera. En la obra se había imitado la de Paretdelgada, tanto en los materiales como en el estilo, aunque Santa Llúcia resultó de menores proporciones. Los pilares que soportan el arco de la cabecera son muy parecidos.

Ermita de Sant Pere del Puig

Quedan pocos restos del edificio románico, reformado en diferentes ocasiones durante el s. XIII. Las tropas francesas lo fortificaron en 1811 y quedó prácticamente destruido durante la 1era Guerra Carlista.

Escorralons

Son unas estrechísimas calles por donde se escapaba el agua de la lluvia. Se puede hacer un pintoresco itinerario alternativo por estos callejones de la parte izquierda del núcleo antiguo.

La rambla de la Selva

Que nace a consecuencia de la confluencia de tres barrancos (el de la Font Major, el del Salt y el de Gatellar) en el punto llamado, por este motivo, les Tres Aigües (las Tres Aguas), el ecosistema que conforma es rico en flora y fauna y merece un paseo (el antiguo camino ahora se ha convertido en la carretera que une la Selva con Vilaplana). En el límite del termino se alzan els Tres Pins (Tres pinos), bellos ejemplares de pinaceas, y relativamente cerca, ya en el término de l'Aleixar, podemos contemplar uno de los árboles monumentales de Cataluña, la encina del mas de Borbó.

La Iglesia de Sant Andreu Apòstol

La joya de la arquitectura selvatana es la Iglesia de Sant Andreu Apòstol. 

Pieza clave del renacimiento catalán,(s. XVII), es, prácticamente, el único exponente de la arquitectura renacentista, de la escuela llamada del Camp. De estilo sobrio y elegante y de líneas clásicas, fue conocida, por dimensiones, como la catedral del Camp. La iglesia de la Selva es una síntesis de la tradición gótica con el manierismo postridentino y las novedades más destacables del templo se encuentran en la cúpula sobre tambor, insólitamente escondida en el presbiterio, y que junto a la de la capilla del Santísimo de la sede tarraconense, de la misma autoría, son las primeras sobre tambor de la Cataluña renacentista; la inspiración rigurosamente clásica del alzado, y la comunicación de todos los espacios secundarios entre si (capillas, sacristía, presbiterio), que permiten la libre circulación alrededor de la nave.

Santuario de Paretdelgada

El Santuario de Santa Maria de Paretdelgada se levanta a cuatro quilómetros del pueblo, en dirección a Vilallonga, y en un lugar donde las excavaciones arqueológicas han mostrado la existencia de una importante villa romana.

Documentada en el siglo XII, se hicieron reparaciones durante los siglos posteriores: en 1313 se construía la casa del ermitaño; en el siglo XVI el coro y la sacristía y la Hostelería; en el siglo XVIII la capilla del Santísimo. En 1766, a causa de un incendio, se tuvieron que realizar muchas reformas. La decoración actual es del artista Grau-Garriga (1963). En su interior podemos ver capiteles con decoraciones florales y algunas ménsulas.

Torre de les Clavagueras

Nombrada con esta acepción en una escritura de 1311.

En este punto, las aguas residuales se echaban hacia el torrente de Cassans.

Torre de Baró

Llamada Torre d'en Baixa en un documento de 1371, pasa a ser conocida como la del Sol de la Villa.

El nombre más moderno de Torre de Baró proviene de la familia propietaria, los Magrinyà. En 1723, Pau Magrinyà era concejal de la Selva y señor y barón de la Montoliva, parroquia de Vilallonga, el escudo del cual figura en la fachada de la casa que da a la calle Major.

Vista general, alrededor de las dos torres supervivientes de la antigua muralla.

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