L'Aleixar

Situado al pie de la sierra de La Mussara, un poco más abajo de Vilaplana, es un pueblo que se caracteriza por sus campos de avellanos y sus bosques. El núcleo estuvo amurallado y tiene una bonita plaza con porches que debe visitarse.

Situado al pie de la sierra de La Mussara, un poco más abajo de Vilaplana, es un pueblo que se caracteriza por sus campos de avellanos y sus bosques. El núcleo estuvo amurallado y tiene una bonita plaza con porches que debe visitarse. Formó parte del condado de Prades y es famosa la encina del Mas de Borbó, la más vieja y grande de Catalunya.

Historia

Para deducir el nombre del pueblo hay diversas teorías. Para algunos significa al-Aisar, el fertilísimo. Una leyenda dice que originariamente el pueblo estaba situado al otro lado de la riera, en la partida del Pouador, se llamaría Riudarenes, hasta que una riada lo destruyó y cambió de situación. Otra leyenda dice que el pueblo se habría abandonado por una peste, hecho que le daría el nombre de Lo Lleixat. Estuvo comprendido en la carta de repoblamiento franca de Siurana de 1153 y mencionado en 1173 como Aleixarium. Perteneció al contado de Prades desde su creación en 1324 y después de tener diversos señores, Jaume I le dio privilegio de hacer mercado los lunes. La comunidad judía de L'Aleixar era muy numerosa, y contaba, incluso, con una sinagoga. Se dice que era una de las que más relación comercial tenía con otras aljamas como las de Falset, Valls, Castelló d’Empúries, etc.

El pueblo estaba amurallado con vestigios en la calle del Forn. También había un castillo documentado en 1342 del que no queda rastro.

En el siglo XVIII, las cosechas de sembrado se impusieron por encima de las de la viña ya que el pueblo tenía ocho molinos de harina. Aproximadamente, durante la mitad del siglo XIX eran importantes los molinos de aceite y de harina, una fábrica de aguardiente, una mina de manganeso y cultivo de cítricos. Posteriormente, como en el resto del Camp, progresó el avellano. 
 

Joaquim Mir

Fue en L’Aleixar donde el pintor Joaquim Mir Trinxet (Barcelona 1873-1940) residió temporalmente después de haber pasado por el sanatorio Pere Mata de Reus. Llegó al pueblo en 1907 y se estableció en él hasta 1913. En esta etapa, pintó el pueblo y los del alrededor con unas características que lo acercaban a lo que otros pintores europeos trabajaban encaminados hacia el expresionismo y la abstracción. Durante aquel tiempo, su manera de pintar, la naturaleza y los volúmenes del paisaje, se acercaron a la abstracción, pero no llegó a serlo nunca. Sus cuadros están poblados por cultivos, por las múltiples tonalidades de los árboles que formaban los bosques y cultivos de la villa, las balsas, las iglesias, los jardines y sus flores, es decir, el ambiente rural que era el telón de fondo con el que nutrió su lenguaje pictórico. De L’Aleixar retrató el Vell Petaca, la llegada de la primavera al pueblo, diversos paisajes y la ermita de Sant Blai.

Sitios de interés

La iglesia

La iglesia parroquial de Sant Martí se construyó entre 1711 y 1728, seguramente encima de la antigua. El interior consta de tres naves y la central tiene un ábside poligonal. La iglesia conserva altares barrocos ejecutados, el de Sant Joan por Lluís Bonifàs, el del Roser de 1704 por Isidre Espinalt, el de les Ànimes de Lluís Bonifàs de 1745, y el retablo Mayor, por Pere Costa, realizado entre 1733 y 1737 y dorado en 1857. Conserva un importante órgano barroco de 1735 construido por Joan Baptista Ferrer. La valía artística y musical del órgano hace que durante los veranos se celebren conciertos de la Generalitat y de la Asociación Catalana del Órgano. En una capilla del lado de la Epístola hay la capilla de Santa Fímbria. Se trata de una reliquia que se cree que es un trozo del borde de la túnica de Jesús, que, según se dice, la llevó un croata de Tierra Santa, que enfermó en el pueblo y que, si se curaba, prometió que la daría al pueblo. El relicario que alberga la ropa es de 1786.

Edificios del siglo XVIII

El máximo exponente es Cal Fernando, casa solariega de los Guardiola, situada en la Placeta y de grandes dimensiones. Simó Guardiola i Hortaneda fue abad de Montserrat y obispo de La Seu d'Urgell, en el siglo XIX.

Las ermitas

Es muy pintoresca la ermita de Sant Blai, situada encima de un altozano en las afueras del pueblo, en dirección a La Mussara, rodeada de cipreses. Se le atribuye un origen medieval, es mencionada en 1501 y fue pintada por Joaquim Mir, que residió en L'Aleixar entre 1907 y 1911. Se conoce una restauración de 1738. A poniente del pueblo hay la capilla de Sant Antoni, en ruinas.

Las masías

La más importante de todas es la de Borbó, en las cercanas montañas y rodeada de boscaje y de las encinas monumentales que llevan su nombre. Otras masías son la de Cercós, Torre Regina, el Mas de Llaurador, el Mas del Garrut, el de Moixí y el d'Anguera que, como el de Borbó, tiene capilla propia. Por su intelectualidad, debe mencionarse el de Segimon, propiedad de los escritores Marià y Albert Manent.